miércoles, 24 de agosto de 2011

Voy a perder la cabeza por tu amor

Para algunos la mujer por la que Enrique VIII formó su propia religión, para otros una "botinera" del siglo XVI usada por su padre y su hermano primero, por su marido después, que pagó con su cabeza por pensar en el corazón.

Anne Boleyn (o Ana Bolena para los amigos) nació en el seno de una familia noble de alto vuelo, su padre Thomas aspiraba a escalar posiciones en la corte de Henry por lo que se las ingenió para que el "enamoradizo" rey (por decirlo de alguna manera polite) se fijara en alguna de sus dos hermosas y gauchitas hijas Mary y Anne. Pensándolo bien, don Boleyn era como el padre de Wanda y Zaira pero con titulo nobiliario... si es que vale este bizarro ejemplo.

El amigo Henry (a quien la televisión homenajeó y ayudó muchisimo al castear a Jonathan Rhys Meyers para que lo interprete en una serie) primero tuvo un touch and go con Mary pero como un chico cansado del chiche nuevo posó sus ojos en Anne, quien según la leyenda rechazaba los avances del rey prometiéndole "el premio" unicamente a cambio de una libreta de matrimonio, como corresponde a cualquier muchacha bien nacida y bien educada (?)

Luego de años de ausencia de actividad conyugal con Catalina de Aragón, de hijos varones que nacían y morían enseguida desangrados por la hemofilia, el galancete decide divorciarse de su esposa, mandar al Vaticano y al Papa a la mierda y dar origen al Anglicanismo, religión de la que se convirtió en jefe.
Inmediatamente mi tocaya se convierte en Reina Consorte de Inglaterra, en segunda esposa de Enrique y en la más famosa de las seis que tuvo este gordito colorado al que prefiero imaginar parecido a J. Rhys Meyers en "Los Tudor".

Pero no todas fueron rosas, nuevamente los embarazos malogrados, los varones muertos (no existían análisis que compararan el factor RH de madre e hijo) y el nacimiento de la princesita Isabel convencieron a Enrique de que había "elegido mal" y que debía buscar una nueva candidata para que le de el heredero anhelado. Acusaciones varias como incesto, adulterio, traición y brujería y la obligación de fumarse como dama de honor a una rubiecita con aspecto paliducho y buenazo: Jane Seymour, nuevo interés romántico del rey. Luego de un rápido juicio la mujer que unos años antes había enloquecido de amor, deseo y ambición al hombre más poderoso de Inglaterra fue condenada a muerte y en la mañana del 19 de mayo de 1536 su regia cabeza fue cortada por una espada
.

Terrible, no? Pero ella no iba a dejar tranquilo a Henry ni siquiera desde la tumba. Luego de la ejecución de Ana, el rey se casó con la paliducha Seymour, ella le dio el varon deseado pero murió en el parto y su hijo sufrió los estragos de la sífilis que lo llevaron siendo adolescente. Después vino otra tocaya, Anna de Cleves, de la que Enrique se divorció porque la fealdad de esta le impedía "consumar" el matrimonio(tomen nota, chicos, no siempre escoba nueva barre bien) Luego dos Catalinas más: una prima de Anne llamada Catalina Howard que conocería los rigores de la guillotina por adulterio y Catalina Parr, que también lo engañó pero zafó de ser decapitada porque Enrique se murió antes. En resumen, una debilucha, una fea y dos intrascendentes.

Y como si tanta mala suerte con las mujeres que la sucedieron no fuera suficiente, la pequeña princesita Isabel se transformó en una reina con todas las letras, ella fue la que le devolvió a Inglaterra el esplendor económico y militar que Enrique había reducido a moneditas y además favoreció el desarrollo de las artes y la cultura. William Shakespeare fue uno de los protegidos de Isabel. Curioso no? Sin Ana no hubiese existido Julieta.


Chica enamorada y decepcionada, manipualdora botinera y trepadora, ícono de la moda o detestada por su pueblo. Como sea, Henry... te equivocaste feo.

6 comentarios:

  1. Pero sabes que es lo más paradójico de todo, para mi: Enrique quería un varón para que siguiera con su dinastía. La que terminó reinando fue una mujer, la hija de Ana, que se negó rotundamente a casarse y por ende, murió sin dejar descendencia. Adios tudores! Bienvenidos estuardo!// Me encanto tu post dedicado a nuestra reina. Besotes!!!

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  2. que buen post!!!!! Me fascinó desde chica la historia de los Tudors, y como te explico que me deglutí todas las temporadas de los Tudors, más todas las películas de Elizabeth que le siguen en la historia..., más allá de lo novelado por la ficción. Es una historia apasionante, la de Ana Bolena, como la de Elizabeth, que fue lejos, como bien decís, una de las mejores reinas de Inglaterra. God save the Queen! =)

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  3. Excelente post!. Una cosa buena hicieron los Tudor: existir, y por ende, que Myers aparezca vestido así. Y lo de Isabel siempre me paració la venganza más prefecta y refinada de todas. Y Cate Blanchett como Isabel me dio un poco de miedito.

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  4. Qué buen post! Me encantó! Un Beso!

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  5. el bolero del título es taaaan lindo. ¡Esa metáfora alguna vez fue bien cierta!

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  6. muy buen post,un poco de historia con chispas de novela venezolana.me encanto.besito!!!

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